No parece existir una definición consensuada entre los profesionales
sobre lo que debe entenderse por educación inclusiva o escuela inclusiva, sin
embargo podemos afirmar que está en estrecha relación con el hecho de que TODOS/AS
los alumnos/as sean aceptados y valorados. Por lo que la escuela inclusiva va a
ofrecer a sus alumnos las oportunidades educativas y las ayudas curriculares
y/o personales necesarias para el éxito académico y personal.
No puede quedar reducido el término inclusión solamente a
los aspectos curriculares, metodológicos u organizativos, pues es mucho más.
En sus inicios, la escuela inclusiva, estuvo más centrada
en la integración de los alumnos con necesidades educativas especiales (son aquellos
que requieren, durante un período de su escolarización o a lo largo de toda
ella, determinados apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de
discapacidad o trastorno graves de conducta, art. 73 LOE) en aulas
ordinarias, actualmente ha ido ganando terreno (Parrilla, 2004).
Veamos las finalidades de la inclusión en el siguiente
cuadro comparativo de Porter(1997):
Enfoque tradicional
|
Enfoque inclusivo
|
Se centra en el alumno
|
Se centra en el aula
|
Se asigna un especialista al alumno
|
Tiene en cuenta los factores de enseñanza-aprendizaje
|
Se basa en el diagnóstico
|
Resolución de problemas de colaboración
|
Se elabora un programa individual
|
Estrategias para el profesorado
|
Se ubica al alumno en programas especiales
|
Apoyo en aula ordinaria
|